sábado, 27 de diciembre de 2008

Más allá de la vida. Quizá... ¡No lo sé!, ¡No lo sé!...

El sufrimiento en la tierra, por atroz o cruel que parezca es insignificante cuando la muerte ya ha sucedido, podrás ver que la gente en vida llora por nada. Si comprendiéramos eso no habría porque temer a la muerte, no habría rencor contra lo cruel que pueda verse el sufrimiento de la gente. Y quizá muchos no odiarían a Dios por dejarles morir a un ser querido, o a ellos mismos. Quizá por esto es que Dios no responda muchas veces a nuestras suplicas, el comprende que la vida solo es una prueba, y que mas allá de la muerte, la vida que tememos perder no es nada, a comparación de lo que sucede después de ella.

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